Gracias al uso de drones y sensores avanzados, este proyecto permitió observar y analizar en tiempo real los cambios en ecosistemas vulnerables. Los datos obtenidos no solo ayudaron a identificar amenazas como la deforestación y la pérdida de biodiversidad, sino que también sirvieron como base para diseñar estrategias de conservación efectivas en colaboración con comunidades locales y expertos medioambientales.
A través de actividades educativas, como talleres, charlas y programas interactivos, inspiramos a personas de todas las edades a conectar con el medio ambiente y adoptar prácticas sostenibles. Este proyecto destacó la importancia de la tecnología como aliada en la conservación y empoderó a comunidades locales con conocimientos prácticos para cuidar su entorno natural.